Los viajeros buscan cada vez más adentrarse en los destinos que visitan, aventurándose a descubrir la historia y la cultura locales. En el Caribe, esa búsqueda de autenticidad se topa a menudo con la falta de transporte público, las costosas tarifas de los taxis o los problemas de seguridad.
Pero, si todo va según lo previsto, a los visitantes de la República Dominicana les resultará más fácil añadir algo de autenticidad a su escapada playera. Las autoridades anunciaron la creación de una línea ferroviaria que conectará Punta Cana con la ciudad de Santo Domingo.
El proyecto, financiado con fondos privados, empezará a construirse a finales de año y costará 3.000 millones de dólares.
José Alberto Ares, presidente de Empresas Ares, encargada de la construcción del proyecto, declaró que el trayecto solo tardará 58 minutos en viajar entre Punta Cana y Santo Domingo, y que el billete costará menos que el de autobús.
El proyecto constará de cinco fases, la primera de las cuales conectará la capital, Santo Domingo, con Santiago de los Caballeros, la segunda ciudad del país. La segunda fase, que comprende seis estaciones a lo largo de un recorrido de 93 millas, es la que conectará la capital y Punta Cana, un trayecto que puede durar 2,5 horas en automóvil.
Ares dijo que se espera que las dos primeras fases del proyecto, que conectarán Punta Cana y Santo Domingo, estén terminadas en tres años. Con el tiempo, la línea se extenderá por todo el país, conectando puertos y aeropuertos de todas las provincias, lo que podría llevar hasta 15 años.
Además, cada una de las estaciones albergará servicios como patios de comidas, bancos y zonas recreativas.
Linda Welch, propietaria y consejera delegada de Blue Ash Travel, con sede en Cincinnati, reconoce el potencial de la ruta ferroviaria a Punta Cana, una zona en la que está especializada.
«También podría haber cierto interés por parte de los huéspedes de los resorts todo incluido de Punta Cana que quieran dirigirse a Santo Domingo para conocer la historia y la cultura de la capital de la República Dominicana», afirma Welch.
«La esperanza sería que el sistema de trenes les pareciera extremadamente seguro, limpio y asequible. Con una campaña de marketing eficaz, creo que podría haber cierto interés por parte de los turistas en este nuevo sistema de trenes.»
Yuniet Blanco Salas