«Va a entrar en producción», dice Kevin Czinger cuando le preguntaron por el Hyper GT de cuatro plazas que su empresa presentó por primera vez en el 2022.
«Queríamos entregar un 21C con certificación de colisión y que cumpliera todos los requisitos de emisiones en el 2023, así que ese era mi objetivo al 100 %», continúa. Además, ahora tenemos como clientes a empresas como Aston Martin y Mercedes, y también a media docena de grandes clientes del sector aeroespacial y de defensa».
«El único que se ha anunciado públicamente es General Atomics. Somos su socio en la fabricación de aviones no tripulados del tamaño de un caza F16. Tomamos un dron que tenía 184 componentes de fuselaje y los redujimos a cuatro. Redujimos el tiempo de producción de 12 días a 12 horas. Hicieron pública toda esta información y, muy rápidamente, todas las grandes empresas aeroespaciales acudieron a nosotros para preguntarnos cómo lo hacíamos».
La historia resumida es que el proceso de impresión 3D hace que la empresa esté bastante ocupada en estos momentos. Y, sin embargo, el superauto híbrido 21C parece ser solo el principio de los autos de la marca Czinger.
«A largo plazo, Czinger siempre va a seguir siendo una marca de bajo volumen y alto rendimiento», afirma Lukas -socio comercial e hijo de Kevin-. «Pero estamos desarrollando nuevas tecnologías, nuevas configuraciones de motor, nuevas cajas de cambios, nuevos motores EV, nuevas carcasas y nuevos sistemas de refrigeración. Todo ello acabará llegando al mercado de masas.
«Pero Czinger siempre irá un paso por delante y ya tenemos nuestro próximo vehículo más o menos diseñado desde el punto de vista del embalaje. Va a ser un auto extraordinario. El Hyper GT es una opción, no puedo decir más que eso. Pero sí diré que nuestro objetivo es construir quizá seis vehículos muy exclusivos para finales de la década».
Esto suena muy emocionante. El 21C utiliza una combinación de un V8 de 2,9 litros y dos motores eléctricos para la tracción a las cuatro ruedas y una potencia de 1.233 caballos de fuerza. Pero, curiosamente, podría no ser así.
«Vamos a mantener un volumen bajo, pero también muy diferenciado», afirma Lukas. «A diferencia de lo que ocurre con muchas otras marcas, que cogen lo que tenían y lo modifican. Cambian un poco la plataforma y la carrocería, pero intentan utilizar la mayor parte del chasis. Tenemos la flexibilidad de imprimir piezas completamente nuevas. Eso significa que no vamos a compartir plataforma. Cada vehículo será completamente único».
Yuniet Blanco Salas