La República Dominicana emerge como un tesoro natural incomparable, bendecida con dos de las maravillas más impresionantes del mundo. Desde sus playas de arena blanca bañadas por aguas cristalinas hasta sus exuberantes paisajes montañosos, este país caribeño cautiva con su biodiversidad y belleza.
Descubre cómo esta tierra combina el encanto tropical con una riqueza natural que deslumbra a cada paso.
Parque Nacional Los Haitises
Visitar el Parque Nacional Los Haitises y el Salto El Limón es imprescindible si estás explorando por primera vez la Bahía de Samaná en la República Dominicana. Para llegar al parque, debes dirigirte al puerto marítimo en Santa Bárbara Samaná y embarcarte en un catamarán que te llevará en un tour de aproximadamente 45 minutos por la bahía.
Durante el trayecto, te cautivarás con la reserva natural protegida que representa Los Haitises, conocida por sus paisajes espectaculares y su biodiversidad única.
Este parque nacional es reconocido como uno de los pulmones naturales más hermosos del país, abarcando partes de Hato Mayor, Monte Plata y Samaná. En tu recorrido, podrás avistar una gran variedad de vida silvestre, incluyendo osos hormigueros, reptiles, murciélagos y más de 100 especies de aves como garzas y pelícanos marrones.
Al desembarcar, luego de atravesar extensos manglares que actúan como barrera natural contra huracanes, descubrirás el parque lleno de cuevas que puedes explorar con guías especializados. Entre las más visitadas están las cuevas de San Gabriel, de arena y de la línea, esta última nombrada por una antigua línea de ferrocarril.
En su interior, las pictografías taínas, realizadas por los antiguos habitantes indígenas, cuentan historias fascinantes: la lechuza simboliza bienvenida, el ave mirando hacia abajo señala lugares de entierro, y el niño enfajado indica presencia humana.
Además, el parque es famoso por ser escenario de la leyenda de La Ciguapa y haber sido locación de filmación para películas como Piratas del Caribe.
Cascada Salto El Limón
Por otro lado, a solo 16 kilómetros de la Bahía de Samaná se encuentra la impresionante cascada Salto El Limón. Para llegar, toma la carretera Samaná-El Limón y prepárate para un ascenso de entre 40 minutos y una hora, atravesando un paisaje de casas rurales y gente montando a caballo.
El Salto El Limón, llamado así por su tonalidad característica, cae majestuosamente desde una altura de 40 metros en una piscina natural perfecta para nadar. Es un lugar muy popular, ideal para tomar fotos espectaculares, así que llegar temprano es clave para disfrutar del ambiente tranquilo y capturar imágenes sin multitudes.
Yuniet Blanco Salas