Si alguna vez te preguntas cómo sería recorrer las calles de Dublín, déjame decirte que esta ciudad es mucho más que pubs y tréboles. Tuve la suerte de explorar la ciudad, y cada rincón me ofreció una nueva sorpresa.

Estos son mis lugares favoritos que no deberías dejar de visitar.

1. Trinity College y el Libro de Kells

Mi recorrido empezó en el famoso Trinity College, el corazón intelectual de Dublín. El campus tiene un aire antiguo y encantador, pero lo más impresionante es la Long Room Library, una biblioteca que parece sacada de un cuento. Aquí se exhibe el Libro de Kells, un manuscrito medieval decorado con detalles increíbles. No soy fanático de las multitudes, pero este lugar bien valió la pena.

2. El Temple Bar: Más que un Pub

Es imposible hablar de Dublín sin mencionar Temple Bar. Sí, está lleno de turistas, pero la energía es contagiosa. Me perdí entre sus callejuelas llenas de arte callejero, música en vivo y, claro, pintas de Guinness. Mi recomendación: llega temprano y busca alguno de los pubs menos conocidos en las inmediaciones para una experiencia más tranquila.

3. Catedral de San Patricio

Como amante de la historia, no podía dejar pasar la oportunidad de visitar la Catedral de San Patricio. Es la iglesia más grande de Irlanda y ofrece una vista impresionante con su arquitectura gótica. Aprendí mucho sobre la historia del país y la influencia de San Patricio en la cultura local.

4. Guinness Storehouse: La catedral de la cerveza

Aunque no soy gran fanático de las cervezas negras, visitar el Guinness Storehouse fue una experiencia en sí misma. Recorrí siete pisos de historia cervecera que culminan en el Gravity Bar, desde donde disfruté de una vista panorámica de Dublín mientras saboreaba mi pinta.

5. Phoenix Park: Un respiro verde

Después de tanto caminar, necesitaba un descanso, y Phoenix Park fue el refugio perfecto. Es uno de los parques urbanos más grandes de Europa, y hasta tuve la suerte de ver algunos ciervos. Si visitas Dublín en un día soleado, este es el sitio ideal para hacer un picnic y relajarse.

6. Grafton Street y la estatua de Molly Malone

No podía irme sin caminar por Grafton Street, la calle comercial más animada de la ciudad. Lo mejor fue encontrarme con la famosa estatua de Molly Malone, la legendaria vendedora de pescado. Además, siempre hay músicos tocando en las calles, lo que le da un toque especial al ambiente.

7. Kilmainham Gaol: Historia oscura

El recorrido por la cárcel de Kilmainham fue una experiencia impactante. Este lugar fue clave en la historia de la independencia irlandesa, y recorrer sus celdas vacías fue sobrecogedor. Te recomiendo reservar la visita con anticipación porque se llena rápido.

Dublín tiene una mezcla única de tradición e innovación que me dejó encantado. Ya sea que busques historia, arte o simplemente un buen rato en un pub, esta ciudad tiene algo para todos.

¿Mi consejo? Lánzate a descubrirla y déjate sorprender por la calidez de su gente y la magia que se respira en cada esquina. Sláinte!

Enrique Kogan

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