Dormir bien en un avión es un verdadero reto para mucha gente, pero también es una parte vital del descanso necesario para aprovechar al máximo un viaje y controlar los síntomas del jet lag. Incluso si no eres un dormilón nato, hay muchas formas de facilitarte el descanso que necesitas.

Dormir durante parte de un vuelo largo hace que el viaje parezca mucho más rápido. Estos son algunos consejos para dormir en un avión, cortesía de algunas herramientas y somníferos fáciles de llevar, baratos y de eficacia probada que llevo utilizando desde hace más de una década.

1. Almohada cervical

Lo primero es lo primero: vas a necesitar una almohada de viaje que se adapte a tu estilo de sueño en el avión si quieres dormir un poco. Olvídate de la idea de que existe una única almohada de viaje; la verdad es que tu postura preferida para dormir en el avión va a ser determinante a la hora de elegir la mejor almohada cervical para ti.

Algunas de las favoritas son la almohada de viaje Aeros de Sea to Summit, muy fácil de transportar, con un tejido suave, distintos niveles de firmeza en función de cuánto se infle y un broche de presión para mantenerle cómodamente acurrucado en su soporte.

También está la almohada de viaje Trtl, que es básicamente un pañuelo con reposacabezas incorporado, y la almohada de viaje estilo faceplant, ridícula pero perfecta para los que duermen en la bandeja.

2. SleepPhones

Los auriculares antirruido son excelentes para bloquear el ruido, pero la mayoría son muy incómodos para dormir. Los SleepPhones, que llevo usando desde hace más de una década. Esencialmente, una diadema elástica y cómoda con auriculares planos, los SleepPhones te dan la funcionalidad de los auriculares sin la incomodidad de algo que te pincha las orejas mientras intentas dormir.

Al reproducir ruido blanco, meditaciones o música, puedes crear un agradable amortiguador contra el rugido de los motores y los sonidos de la cabina.

La versión clásica tiene un cable que se enchufa al teléfono, pero también hay una versión inalámbrica que simplifica el uso en el avión, ya que así puedes meter el teléfono en un bolso o bolsillo para no perderlo en el asiento del avión.

3. Antifaz de ojos

Cuando intentas dormir, lo último que necesita es no tener el control de la iluminación. Tanto si intentas bloquear la luz de la cabina como la luz abrasadora de la lámpara de lectura de tu vecino, necesitarás un buen antifaz.

Para disfrutar de la máxima comodidad, busca una máscara contorneada que no te oprima los ojos, pero que bloquee eficazmente la luz.

Los antifaces no solo te ayudarán a conciliar el sueño, sino que también suelen ser eficaces cuando intentas mantenerte dormido, ya que te protegen de las molestias del vuelo, como el parpadeo de la luz azul de las pantallas de los demás en una cabina oscura.

4. Manta

Sentirse cómodo es clave cuando se trata de dormir en un avión, y una manta ya no es algo que se pueda esperar en la mayoría de los vuelos (al menos en clase turista). Si estás dispuesto a llevar una manta, hay un montón de buenas opciones.

Pero si empacar una manta te parece demasiado voluminoso y para un solo propósito, llevar algo que pueda cumplir una doble función en vacaciones es una gran opción. Piensa en una toalla de microfibra de secado rápido, una manta de picnic compacta, un pareo o un chal o pañuelo de viaje, todas ellas cosas estupendas para llevar de viaje.

5. Medicamentos

Las personas son muy diferentes cuando se trata de qué remedios para dormir funcionan mejor. Aunque, por supuesto, querrás consultar a un médico antes de probar nada nuevo (y definitivamente no pruebes nada por primera vez en el avión), hay opciones que van desde los suplementos naturales hasta los medicamentos recetados para dormir.

Solo asegúrate de tener en cuenta la duración del vuelo (y su objetivo de cuánto tiempo espera dormir) a la hora de decidir cómo enfocarlo; definitivamente no querrás pasarte de la raya y acabar aturdido en tu destino. Algunos utilizan melatonina, Rescue Remedy Sleep, Benadryl y Unisom (solo la mitad) con resultados apropiados.

Yuniet Blanco Salas

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