México, con su diversidad geográfica, alberga una variedad impresionante de cuerpos de agua, desde imponentes ríos y cascadas hasta vastos océanos. Sin embargo, son sus lagos y lagunas internos los que a menudo se convierten en destinos perfectos para quienes buscan un retiro tranquilo y sereno.

Repartidos por todo el país, estos espejos de agua ofrecen una oportunidad única para sumergirse en la calma, practicar deportes acuáticos y rejuvenecer tanto el cuerpo como el espíritu.

Es por eso que hoy te presentamos cinco de las lagunas más encantadoras de México, ideales para una escapada que no solo promete relajación, sino también la oportunidad de explorar los hermosos paisajes circundantes.

1. Lagunas de Montebello, Chiapas

La Reserva Natural Lagunas de Montebello en Chiapas es un destino imprescindible por su esplendor natural y su encanto único. Esta reserva se distingue por sus 52 lagunas, cada una con matices que van desde el azul turquesa hasta el profundo negro, clasificándolas entre las más hermosas de México.

El entorno está compuesto por densos bosques de pino y encino, hogar de una rica biodiversidad que incluye orquídeas, diversas especies de hongos, y fauna protegida como el majestuoso quetzal, el pájaro carpintero y el elegante venado de cola blanca.

2. Barra de Coyuca, Guerrero

Aunque Acapulco es famoso por sus impresionantes vistas del Océano Pacífico, en sus alrededores se ocultan algunas de las lagunas más encantadoras de México. Un ejemplo destacado es la Barra de Coyuca, un oasis de aguas color turquesa enmarcadas por exuberante vegetación tropical, ideal para disfrutar de un día sereno en plena naturaleza.

Aquí, los visitantes pueden sumergirse en tranquilas aguas, explorar los manglares en lancha o kayak, e incluso animarse a deportes acuáticos como el esquí. Además, la zona alrededor de la laguna alberga una variedad de restaurantes donde se puede saborear la auténtica gastronomía de Guerrero a lo largo del día.

3. Laguna de Zempoala, Morelos

Ubicado a tan solo una hora y media de la Ciudad de México, en el estado de Morelos, el Parque Nacional Lagunas de Zempoala ofrece una experiencia inmersiva en la naturaleza. Este parque es hogar de varios cuerpos de agua que aparecen con las lluvias, pero tres de estas son lagunas permanentes reconocidas por su belleza: Zempoala, Tonatiahua y Acoyotongo.

Son consideradas entre las más pintorescas de México. El parque brinda una amplia gama de actividades ecoturísticas, incluyendo senderismo, observación de la vida silvestre, kayak, ciclismo de montaña, paseos a caballo, pesca recreativa y la opción de acampar, haciendo de este lugar un destino ideal para los amantes de la aventura y la naturaleza.

4. Laguna de Bacalar, Quintana Roo

La Laguna Bacalar, famosa por su apodo «Laguna de los Siete Colores», se destaca como una de las maravillas naturales más impresionantes de México.

Esta vasta laguna, extendiéndose a lo largo de casi 50 kilómetros, está bordeada por exuberantes manglares y selvas, creando un paisaje idílico que se puede disfrutar en canoa o a través de tours en barcos pequeños.

Lo que hace única a esta laguna es la presencia de tres cenotes notables en su interior: el Cenote Cocalitos, que invita a la relajación con sus columpios y hamacas; el Cenote Negro, también conocido como ‘Cenote de la Bruja’, notable por su impresionante profundidad de casi 100 metros; y el Cenote Esmeralda, caracterizado por un manantial que surge majestuosamente hacia la laguna.

5. Laguna de Yuriria, Guanajuato

Situada en la región purépecha del estado de Guanajuato, esta impresionante laguna lleva un nombre que significa ‘Lago de Sangre’, una referencia a las tonalidades rojas y escarlatas que adquiere durante los atardeceres.

Este fenómeno natural crea panoramas sobrecogedores, realzados por los verdes paisajes circundantes, hogar de fauna como zorrillos, coyotes, alicantes y tlacuaches. Además, la cercanía del Pueblo Mágico de Yuriria, con sus edificaciones de la era virreinal, añade un encanto histórico y cultural que enriquece la visita a esta fascinante laguna.

Yuniet Blanco Salas

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