Recientemente, la cocina coreana ha experimentado un auge en la CDMX, cautivando por sus sabores, aromas y texturas que resuenan sorprendentemente con el paladar mexicano. Su presentación visual es tan atractiva que invita a probar cada platillo solo con ver sus imágenes.

Entre los lugares imperdibles para disfrutar de esta cocina en la CDMX se encuentra SSAM, una joya culinaria en Vía Santa Fé. Conocido por su exquisita selección de raymeon, parrillas coreanas auténticas y postres irresistibles, SSAM ofrece una experiencia genuina de la gastronomía coreana.

El origen de SSAM se remonta a una historia de amor y pasión por la comida, fundado por la pareja mexicano-coreana César Cárdenas y Sujin Lee. Iniciaron su proyecto en Guadalajara hace casi una década, comenzando con una fonda que servía desayunos y comida mexicana.

Con el tiempo, incorporaron platos coreanos en su menú, los cuales fueron recibidos con gran aceptación. Desde aquellos humildes comienzos en el 2014, SSAM ha evolucionado enormemente, transformándose en una auténtica experiencia coreana que te transporta directamente a las calles de Seúl.

Cada platillo en el menú de SSAM es una exploración culinaria de Corea, pero hay ciertas especialidades que han posicionado a este restaurante como un referente en Guadalajara, y que son imprescindibles al visitar su ubicación en Santa Fe.

Las parrillas coreanas son una atracción estelar, brindando una experiencia interactiva y divertida donde los comensales pueden cocinar sus alimentos en la mesa al estilo coreano. Además, el Ramyeon de costilla y el Bibim de tocino son creaciones exquisitas que ofrecen un confort culinario, deleitando desde el primer bocado hasta el último.

La carta de cócteles y postres en SSAM merece un reconocimiento especial por su atención meticulosa al detalle. Un ejemplo destacado es la «Trilogía SSAM», una serie de tres cócteles que reflejan las influencias culturales que dieron forma al restaurante: México, la ubicación actual; Corea, cuna de su exquisita gastronomía; y España, donde se conocieron los propietarios.

En cuanto a los postres, prepárate para deslumbrarte visualmente antes de saborearlos. El Bingsu de taro es una opción imperdible para los entusiastas del dulce, así como el delicado cono de helado suave, ambos perfectos para capturar en una foto antes de disfrutarlos.

 

Yuniet Blanco Salas

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